El aullido de la noche
calla en la oscuridad
del aguacero
Yazco
sobre la tierra
y me azota
este monzón carmesí
hace siglos desatado
por los hijos de Adán
Extiendo los brazos
y me dejo mojar
Mis venas
un abanico
de raíces
que se encarnan
tierra adentro
La sangre
de los asesinados
trepa por mis poros
Irriga mi cuerpo
Y el hedor
a fosa común
hace nido
en mi garganta
Yo fluyo
me dejo llorar
Un grito
desgarra el manto
de silencio
vomito a borbotones
las voces mudas
de todos
nuestros muertos
Recorro
los surcos
arados por
las almas
que imploran
Y pregunto
¿Cuándo
cesará
el aguacero?
¿Cuándo
llegará
la aurora?